Nuestra labor en Maizavo

Lo qué hacemos

Impacto social

Trabajamos con más de 30 productores agrícolas de la meseta purépecha de Michoacán, México.

En Maízavo creemos que una gran tortilla comienza con un gran maíz. Y no cualquier maíz: debe ser criollo, mexicano y cultivado con saberes ancestrales.

¿Qué hacemos en Maizavo?

Durante más de 5,000 años, los mexicanos hemos desarrollado un sistema agrícola único: la Milpa, un método ancestral que permite cultivar maíz junto con otros alimentos como frijoles, tomates y calabazas. Este sistema no solo nutre a las comunidades campesinas, sino que también regenera la tierra y protege la biodiversidad. Por eso, los agricultores son los verdaderos guardianes del maíz y de nuestra cultura.

Los productores con quienes colaboramos, cultivan el maíz criollo de forma agroecológica. Este maíz tiene trazabilidad, de temporada y se cultiva sin agroquímicos, lo que nos permite ofrecer un producto auténtico y saludable. Además, pagamos un precio justo, fomentando así la conservación de estos maíces que están en riesgo frente al avance de los cultivos híbridos y transgénicos.

Preservamos la tradición: Nixtamalización

Nuestro ADN

Este proceso mesoamericano, con más de 5,000 años de historia, consiste en cocer el maíz con agua y cal de grado alimenticio, lo que libera sus nutrientes, mejora su sabor y da como resultado una masa rica, suave y altamente nutritiva. Así elaboramos nuestras tortillas, con todo el sabor y el respeto por la tradición, en Uruapan, Michoacán, México.

Las mejores tortillas de maíz, del campo mexicano a tu mesa.

Finalmente, diseñamos una logística eficiente para traer estas tortillas a Europa, conservando su frescura, calidad y autenticidad. Queremos que al probarlas, sientas que fuiste al mercado en México… ayer.

Nuestra historia

DIANA HERNÁNDEZ

Mi historia en Maízavo

Soy una apasionada de México: de su cultura, su gente y su infinita diversidad. Durante más de una década recorrí el país de norte a sur, colaborando con productores agrícolas, artesanos y emprendedores. Desde Disruptive Social Lab y como funcionaria en la Secretaría de Economía, tuve el privilegio de acompañar a miles de proyectos agroindustriales en su crecimiento, así como de impulsar a mujeres emprendedoras a descubrir su talento y formarse como empresarias. Todo esto en un ecosistema vibrante, lleno de personas decididas a transformar el estatus quo y generar valor desde la empresa.

Esa pasión por el campo mexicano me llevó a fundar Hopcito (antes Hopfit), una empresa con dos líneas de negocio: snacks saludables elaborados con amaranto y maíz, y la comercialización de productos frescos como aguacate, limón, tomate y maíz Cacahuazintle —ideal para pozole, uno de nuestros platillos más tradicionales—. Estos productos los distribuimos en México y también los exportamos a Estados Unidos y Europa.

Cuando me mudé a Madrid, algo tan esencial como encontrar una buena tortilla de maíz se volvió una misión imposible. Fue entonces cuando, junto con mi amiga y paisana Paulina, nació la idea de Maízavo: un proyecto creado desde el amor por nuestras raíces y el deseo de compartir lo mejor del campo mexicano en Europa.

Nuestro propósito es claro: traer a Europa tortillas de maíz criollo nixtamalizado, y auténticos ingredientes mexicanos, honrando a los productores, especialmente a comunidades indígenas, y ofreciendo a nuestros clientes una experiencia real de la cocina mexicana. Porque creemos que el sabor de México no solo se disfruta, también se honra, se comparte y se transforma en comunidad.

PAULINA GARCÍA

Mi historia en Maízavo

Nací y crecí en México, en una familia profundamente ligada al campo: mi abuelo fue pionero en el cultivo de aguacate en nuestra región, y hoy mis padres y tíos siguen cultivando ese legado. Yo crecí entre huertos, entendiendo desde pequeña el esfuerzo, la constancia y también la dignidad que representa trabajar la tierra.

Estudié Negocios Internacionales, y aunque mi camino profesional me llevó a especializarme en recursos humanos – con más de siete años de experiencia en empresas multinacionales en España – siempre supe que quería emprender. En 2019 lancé mi primer proyecto en España: la importación de zapatos artesanales mexicanos. Aquella experiencia fue mi primer acercamiento a construir un puente entre México y Europa a través de lo hecho con el alma.

Maizavo nació de la amistad y la visión compartida con Diana. Desde el principio me entusiasmó la idea de traer a Europa una tortilla de maíz auténtica, hecha con maíz criollo nixtamalizado sino que, también, pronto entendimos que el potencial era aún mayor: que podíamos ofrecer no solo tortillas de la más alta calidad, sino también aguacate hass, tomatillo verde, chile serrano, salsas deshidratadas y otros insumos mexicanos directamente desde el campo hasta las cocinas europeas.

Mi rol dentro de Maizavo combina lo estratégico y lo operativo, pero más allá de eso, me representa el producto. Creo profundamente en lo que hacemos: en una tortilla que resume nuestra identidad, en un aguacate cultivado con historia, en alimentos que honran su origen y transforman realidades.

Porque para nosotras, Maizavo no es solo una empresa. Es una forma de reconectar con nuestras raíces, de valorar a los productores mexicanos y de compartir, con orgullo, el verdadero sabor de México en cada rincón de Europa.